Estenada el año 1997, la tercera película de Tarantino es otro acierto, se sale un poco de las coordenadas de sus dos anteriores películas pero ofrece otra gran obra para el recuerdo. Cuenta la historia de una azafata que hace de correo para un mafioso y a la que detiene la policía e intentan que les ayude. Con la ayuda de un agente de fianzas intenta engañarlos a todos, a la policía y al mafioso. Aunque un poco larga es muy entretenida, con grandes actuaciones, muy bien ambientada y, marca de la casa, con una música estupenda. Bastante triste, tiene un final estupendo que te deja muy buen sabor de boca. Una vez más, grande. (8/10)
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