Estrenada el año 2004, la cuarta película del director nos cuenta la historia de Ramón Sampedro, el tetrapléjico que consiguió suicidarse después de llegar a los tribunales donde le denegaron el derecho a decidir sobre su vida. A pesar de ser una historia conocida y con final también conocido, el director consigue una magnífica película, sensible, tierna, real, vital, estremecedora..., hasta con momentos graciosos como el diálogo con el cura que está en silla de ruedas. Los actores, sobre todo Bardem, están muy bien, y la fotografía es excelente. Muy buena, confirmando el talento del director. (8/10)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario