Wall-e

Andrew Stanton.

La última creación de Andrew Stanton es otra asombrosa película (y ya van muchas, este señor es un genio de la animación), tanto en el aspecto visual y técnico, como desde el punto de vista de la historia. A pesar de no hablar en casi toda la película, los sonidos que emiten los robots y sus movimientos nos trasmiten sentimientos igual que si fuesen personas de carne y hueso.
Lo del propio Wall-e es increíble, llegas a sentir cariño por ese pequeño robot que se comporta como un humano, que se enamora perdidamente de Eve, la persigue por todo el universo y no cejará en su empeño por lograr que ella se fije en él. Vamos, la típica historia de robot conoce a "robota", robot se enamora de robota y todo eso. Además tiene mensaje: con un poco de perseverancia, bastante buen humor y mucho cariño se puede conquistar hasta al más frío de las robots, no hace falta ser el último diseño recién salido de fábrica.
Pues nada, a verla que es muy divertida, yo desde luego me lo pasé como los indios. (9/10)